02LaDamaYelVagavundoEra un día cualquiera con actividades cotidianas hasta que recibí un mensaje que me cambió la noche...

"mañana a las 2 en la estación de siempre , completamente depilada con vestido calcetas altas y tenis converse" al leer el texto la noche se volvió eterna llena de expectación, nerviosismo y sobre todo de una enorme curiosidad, porque, ¿Qué podría tener planeado para esta vez? Cabe mencionar que ya tenía una idea de lo que se me avecinaba, puesto que mi comportamiento no había sido el mejor y el ya había mencionado cuál sería la consecuencia, pero era un poco incrédula, ¿ sería capaz de un castigo tan drástico por la falta que cometí? Intente leer un libro para apaciguar mi mente pero no lo logré, así que esa noche no dormí pensando en todas las posibilidades, y dado que no dormí al día siguiente se me hizo tarde para la cita.

Me saludo de lo más normal, guiándome a un hotel distinto al que íbamos siempre, el hotel era pequeño, algo anticuado con los pisos de madera, al entrar el recepcionista con una mirada algo prejuiciosa nos dijo -ya llegó la otra persona, los está esperando en la habitación- "gracias" es lo único que el se limita a contestar y me lleva casi a rastras al elevador, yo moría de nervios no sabía lo que el tenía planeado, pero por referencias anteriores sabía que quería tener una sesión tipo "goreana" , lo habíamos platicado mucho tiempo antes y era algo que hasta cierto punto ya habíamos consensuado, digo hasta cierto punto porque él decidió que llevaríamos el metaconsenso en nuestra relación y yo estaba encantada con esa decisión.


En lo que mi mente vagaba en esos pensamientos, llegamos a la habitación, está tenia tapete en sus pisos, y unas cortinas gruesas color café en las ventanas, cuando entramos no podía creer lo que mis ojos veían, "el campesino jorobado", ahí estaba sentado a sus anchas en un sillón viéndonos con una gran sonrisa amarillenta que lo único que mostraba era morbosidad y lujuria, la piel se me erizó cuando lo vi, solo quería que me tragara la tierra, el campesino jamás me había gustado ni siquiera llamado la atención, (desde su olor te ahuyentaba) además tenía ideas muy distintas a las mías respecto a BDSM!, Jamás hubiera jugado con el en otras circunstancias.

El me saca del ensimismamiento con una orden "a la pared brazos sobre la nuca piernas abiertas" en ese momento dejó de ser yo, de tener deseos y placeres y todo mi mundo se basa en satisfacerlo, en que este feliz y orgulloso, en ese momento mi único placer es complacerlo, justo ahí dejamos de estar en un hotel y pasamos a estar en gore, yo siendo un simple objeto y el se vuelve señor y amo de todo.

mientras estoy parada en la posición anteriormente pedida, él le da la orden al campesino de que me espose y me lleve con ante su presencia, sabia mi lugar asi que me arrodilló a sus pies , el le dice al campesino que estoy siendo castigada por ser una "perra mala" y que mi castigo es que no me va a tocar, en ese momento me doy cuenta, voy a ser regalada y cedida al campesino! Mi mayor humillación en ese momento es que fui relegada de ser esclava de un señor todo poderoso a ser la simple esclava de un jorobado, pero tenía que dejar de pensar, así que el continua diciendo "ademas de todo nos hizo esperar una hora creo que nos debe de compensar de alguna manera" en ese momento me saca las bragas dejándome expuesta al campesino, el se sienta en la cama y me inclina a su lado y sigue dando órdenes "ahora vas a poner de ese líquido en su ano" y el jorobado con toda la torpeza y brusquedad separa mis blancas nalgas he introduce sus dedos gordos y sucios en mi interior, de ahí las humillaciones comenzaron, para ellos yo solo era una mercancía más; una mercancía que tenía que estar en buen estado ser obediente y satisfacer , entonces él decidió que yo tenía que ser el perro fiel del jorobado, tenía que seguir sus órdenes ir hacia donde el iba comer de su mano. no voy a negar que llegue a poner un poco de resistencia al cambio de mando mordiendo y desobedeciendo a mi dueño momentáneo, porque, ¿que perra iba a querer lamer unas manos grasosas con las uñas largas y descuidadas, Cuando tenía las manos perfectas de su señor? pero él se las ingenio para que yo obedeciera al campesino..

Pasaron las horas y el insistió en que el campesino me tenía que examinar para saber si le servía de algo, si la mercancía estaba en buen estado o no, entonces el campesino con su cabello seboso y mirada lujuriosa, tomo mis suaves pechos y empezó a apretar y masajear con demasiada fuerza, al aburrirse de jugar y mallugar mi parte superior, sus dedos toscos comenzaron un recorrido por mi vientre hasta parar en mi entrepierna, yo puse resistencia a dejar que sus dedos entrarán en mi sexo para revisarlo, así que mi señor tomo la cadena de manos del jorobado, me inclino en el piso poniendo un pie sobre mi nuca para que no pudiera moverme, y el campesino se postro detrás de mí dando rienda suelta a tocarme metiendo sus dedos en todos mis rincones rasguñándome y ocasionando dolor por la torpeza y fuerza con lo que lo hacía siguió tocando palpando cada parte de mi, mientras el señor todo poderoso con voz burlona decía "se que te gusta, te gusta que alguien más te toque , te humille y lo disfrutas" me sentía sobajada, humillada como nunca y con toda la pena del mundo debo admitir me sentía excitada, excitada por complacer al señor todo poderoso, excitada por el grado de denigración que aguante excitada por la idea de que yo solo era un objeto en venta.  era una excitación más allá que sexual.

Después de eso, el me levanto y me llevo a gatas hasta una mesa con dos sillas donde se sentaron el del lado derecho y el campesino de lado izquierdo, en ese momento entendí que era momento de terminar la sesión, al momento de el sentarse instintivamente bese sus pies como muestra de agradecimiento y adoración, posteriormente lo abrace y mi cabeza quedó recostada en sus piernas mientras él y el jorobado platicaban de cosas simples y vánales, después de un rato tiró de mi cadena y me llevo a gatas a la puerta a qué nos despidiéramos del campesino.

nos quedamos solos, me miró acarició mi cabeza y me dijo que lo había echo muy bien, que era una buena perra, esas palabras lo eran todo para mí, me hicieron sentir plena, orgullosa y feliz, logré servir y complacerlo con una de las sesiones más difíciles que me había puesto, ese día no quede con marcas físicas, pero si quedé con una gran marca psicológica, después de ese sesión sabía cuál era mi lugar en ese momento...

Título La dama y el vagabundo
Autora: Aioko kokomi

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