El pasillo estaba completamente solo, Elia sabía perfectamente a lo que iba , tal vez en su monte algunas voces en su cabeza aun trataban de convencerla del error , pero era muy tarde para lamentarse, el pacto estaba firmado Ethan salvaría sus negocios, sólo porque tenía el poder económico para restablecer la editorial, era como un Dios en el mundo de las finanzas , este era reconocido por el prestigio de sus rescates a negocios poco salvables, y la mayoría los convertía en grande imperios.
Elia sabia de la fama de Ethan y en un arranque de ansiedad pidió de su intervención, estaba nerviosa al recordar el primer encuentro con el caballero de 1.85 de altura , a decir verdad tenía la apariencia de un depredador, en cambio Elia era una mujer de escasos 1.65 cm y delgada, su cabello negro hacían que su piel resaltara como la misma nieve. Pero a pesar de eso asistió a cumplir con su palabra. Ofreció su cuerpo como ofrenda para así salvar el trabajo de 15 años de esfuerzo de sus padres, así que considero que valía la pena entregarse al demonio por unas cuantas horas nocturnas.
El pasillo parecía conducirla al mismo infierno, los nervios dificultaban su respiración , y una extraña humedad surgió en el lugar más oculto, el inocente vestido negro no parecía esconder el erizo de su piel, sin embargo cumpliría con su parte.
Llego a la habitación más alejada de las tres salidas posibles, y noto que debajo de la puerta se veía una luz muy tenue, sin pensarlo abrió la puerta, entro tratando de recuperar la compostura sin lograrlo, hacia demasiado frio y la chimenea parecía no ser suficiente para dar calor a la espaciosa habitación que parecía ser una celda de castigos de la edad media , la habitación tenía una mesa muy larga, una cama con sabanas satinadas, una columna que tenía una especie de cadenas que colgaban de una barra de madera. Más adelante encontró un puerta, así que la curiosidad se impuso la abrió , aunque en un par de segundos lamentó haberlo hecho,
La puerta tenia los instrumentos más sádicos que pudo haber encontrado, látigos, fustas, varas de grosores considerables, velas, esposas, cadenas, cuerdas, y unas pequeñas cajas que decidió no abrir. De pronto una enorme mano se posó en su vientre, gesto que hizo que perdiera el equilibrio.
Elia se quedó petrificada, y una voz que estaba cien por ciento segura que no era parte de una ilusión satánica pronuncio las palabras más gentiles, disfrazadas con un matiz peligroso, “ VAMOS MI PEQUEÑA PRESA, VEO QUE NO PUDISTE ESPERAR A MI LLEGADA” “ HAS SIDO UNA NIÑA MALA Y TENDRE QUE CASTIGARTE POR TU IMPERTINENCIA, SIN EMBARGO TE ASEGURO QUE LO DISFRUTARAS TAMBIEN”
Elia empezó a sudar como si hubiese competido en un maratón y el cazador parecía disfrutarlo, poso su dedo índice sobre el cuello de Elia para detener una gota solitaria. Ethan le tomo del brazo y la dirigió a un rincón en el cual Elia entendió sin necesidad de palabras de que tenía que dejar ahí su vestido , al quedar en lencería Ethan se acercó con descaro y libero ese hermoso par de pechos vírgenes, después bajo con mas delicadeza las braguitas transparentes que escoltaban el templo de Elia. y contemplo con sínica lujuria el festín que se encargaría de devorar, Elia no lo miraba directamente no por miedo solo que sentía que no debía hacerlo.
Ethan la acerco a su cuerpo y con sus manos cogió el atributo trasero de la joven, Elia en cambio intentaba mantenerse quieta, y poco a poco empezó a ansiar las manos enormes que parecían explorar hasta el orificio más indecoroso. Después de haber realizado la inspección el joven la coloco sobre la mesa , mientras una vez más su mirada parecía cogerla de nuevo, coloco una venda en los ojos de la damisela y la ato de sus extremidades, el verla de esa manera tan indefensa no pudo evitar que su erección se manifestara.
Elia en cambio parecía estar completamente excitada al sentirse de esa forma, contaba numeraciones mentales, imaginaba todo lo que podría hacerle, de pronto fue sacada de sus pensamientos , cuando sintió algo caliente cerca de su ombligo , intento quejarse pero algo se lo impidió, la voz de su verdugo dijo “ QUIETA PEQUEÑA , NO QUIERO SILENCIAR ESOS LABIOS ROJOS” nuevamente la sensación de quemarse la sorprendió sin embargo ahora las gotas eran continuas, mismas que se iban quedando en sus pechos y pezones, otras cuantas más decidieron caer en sus piernas , hasta que el momento menos pensado la sensación fue menguando, sin embargo no obtuvo reposo alguno puesto que una nueva sensación comenzó a torturarla, el frio de un pequeño cubo recorrió sus labios internos , lo cual hizo que ella no aguantara y soltara un alarido de placer, sin embargo este acto hizo que sintiera un ligero apretón sus pechos.
Elia guardo silencio y no se percató en que momento el hielo desapareció dentro de ella. Después de unos minutos de reposo sintió como su cuerpo era liberado de las cuerdas que habían sido cómplices de su verdugo, y cuando sus ojos pudieron apreciar de nuevo la luz , Ethan paseaba en la habitación de un lado a otro con una fusta en sus manos.
Elia no necesito mucho tiempo para asimilar lo que seguía, respiro un par de veces y por instinto se sorprendió a sí escurriendo entre sus piernas. Ethan sonrió y menciono “AHORA ES MOMENTO DE ENSEÑARTE QUE NO ES BUENO HUSMEAR EN LAS COSAS AJENAS” fue entonces cuando la parte sumisa de Elia decidió tomar la palabra , se colocó a los pies de Ethan y dijo con una voz muy bajita “ Discúlpeme Sr no quería ser imprudente y estoy de acuerdo de hacerme responsable “
Ethan levanto a Elia como si trajera la cosa más delicada entre sus brazos, la dejo de pie sobre la cama y se sentó en la orilla “ Colócate sobre mis rodillas ahora” la joven obedeció y se sintió incomoda con esa posición que dejaba a un lado el decoro, la mano de Ethan se posó en el culo de la muchacha, y lo masajeo un par de veces, el primer azote llego muy pronto y Elia intento meter la mano, pero esta le fue detenida, y escucho las siguientes palabras “ SI INTENTAS ESQUIVAR EL CASTIGO TE ASEGURO QUE NO TE SENTARAS EN 15 DIAS” las palmadas no tenían compasión de las nalgas sonrojadas de la muchacha, que más por que intentaba permanecer en su posición , no paraba de patalear y llorar, poco a poco se dio cuenta que ella que cada vez gemía mas y una explosión la partió en pedazos , el orgasmo se adueñó de sus temblores y así terminó dándose por vencida.
Después de una eternidad los golpes cesaron y el Hombre que la había castigado la tomo en brazos y le dijo “ESTOY ORGULLOSO DE TI ELIA” “ TU DEUDA ESTA CUBIERTA “ y ella solo pudo pronunciar “NO MI SEÑOR LA DEUDAD APENAS COMIENZO A SALDARLA”
Título: Sin título
Autora: Magdalena Bathory de Zaardom