Erase una vez en las lejanas tierras de Sodoma, un Rey de carácter duro y temperamento fuerte, que había heredado el trono del reino tras la muerte de sus padres, a sus 36 años aún no había tenido esposa pero si muchas doncellas que iban tras el título de reina, sin embargo ninguna había sido la indicada, pues lo que nadie sabia era que el Rey Maximus guardaba un oscuro secreto.
Un día llegó a su palacio como era costumbre una delegación procedente de un pueblo vecino, eran 8 empleados y un noble caballero que ostentaba el título de Lord, era un hombre joven pero valiente, reconocido por siempre defender al desvalido.
Cómo poder empezar un libro de todas las fantasías cumplidas apartir de encontrarte mis amo-r de Ojos Perversos
Esa forma tan peligrosamente se consenso entre nosotros, logró atarme a su voluntad
El un hombre tan seguro que me atrajo por esa voz desafiante, logró imponerse en aquel lugar... Si en ese lugar dónde el ya había sabía quién sería su presa obviamente le gustaban las sumisas y sin saberlo yo... yo era sumisa
Caminaba presurosa, sus morenas piernas contrastaban con el color blanco de su ropa, un lindo vestido que le llegaba a las pantorrillas, las mangas largas y cuello alto le daban un aire aniñado y frágil y las botas blancas a medio muslo acentuaban aún más lo largo de sus piernas, sus ojos eran hermosos y los hacia resaltar más con líneas color negro alrededor de ellos, no traía consigo más que una rosa blanca en sus manos, la brillantez del día hacia que su figura se fundiera con la luminosidad del camino.
Se mordía ligeramente el labio debido a que iba ya retrasada, pero por fin llegaba a si destino, subió rápidamente los escalones que daban a las puertas de una antigua iglesia y cruzo el umbral del atrio caminando por el pasillo hasta llegar casi a la mitad de éste y sin importarle nada más que poder ver al dueño de su ser, se arrodillo con plena decisión dejando la rosa blanca enfrente para poder entrelazar sus manos.
"Súbete la falda "
fue su primera orden dentro del carro. Él se lo ordenó a Andrea con esa voz pausada, clara, fuerte que no daba ninguna oportunidad de réplica, ni de tregua. ¿y por qué tendría que haberla? Él, desde hace algunos meses era su dueño, su Amo y ella...ella, en ese momento: su objeto. Andrea, temblorosa, soltó el pequeño LIBRO que llevaba entre sus manos para subir su ajustada falda negra. De inmediato su Amo puso en marcha el coche y pronunció, con la misma firmeza, una segunda orden:
"abre las piernas.”
22 marzo 2013
Me he divorciado al fin, "Vanessa Standford" que bello suena mi nombre sin el pastoso apellido de mi ex. Siempre creí que iba con mi personalidad, un nombre duro y regio para una mujer de clase; lo mejor de mi divorcio ha sido que nada le pedí a ese bastardo, casas, autos, compañías los adquirí por mi propia mano.
16 diciembre 2014
Es la cuarta cita en este mes que hecho a perder, estoy consciente de mis fallos, me siento tan vacía, como si tuviese una sed que no pudiera saciar, los hombres me ven como un trofeo, o en el mayor de los casos un “demonio” inaccesible del cual huyen, se congelan y tartamudean al tratar de ponerse a mi altura, ¿no se dan cuenta que debajo de toda esta pose de ejecutiva del siglo XXI hay una mujer con deseos y miedos?