El atardecer se encargaba de seducir mis últimos pensamientos racionales, anunciando la llegada de mis instintos animales, la hora en que el jabalí en celo, el rugido del oso y la loba hambrienta se adueñaran de mí.
El corazón bombardeaba a una velocidad frenética lujuria insaciable, mientras las cuerdas presionaban de manera exquisita la piel de mis piernas y manos; allá estaba yo, en el papel de sumisa sobre esas colchas color perla que cubrían la suave cama, haciendo una grandiosa combinación con mi corset de encaje entallado color negro, que a su vez presionaba mis pechos quienes pedían a gritos ser liberados pues la mitad de mis pezones quedaban descubiertos; una pequeña tanga cubría la mínima porción de mis nalgas redondas que estaban en posición de devorar todo aquello que se le ponga enfrente; a la altura del muslo unos ligeros también de encaje abrazaban celosamente mis piernas pues las compartían con una firme cuerda que tiraba de dos extremos de la cama, mis manos estaban juntas, amarradas por una de menor grosor, servían de soporte a mi cuerpo, situándose justo por debajo de mis senos. Allí reposaba mi cuerpo semidesnudo, empinado en cuatro patas.
De pronto, cerca de la cara tenía un bóxer rojo que marcaba una naciente y deliciosa erección, misma que rozó mi boca apartándose tan rápido que solo dejó más deseos de comerla;
-Yoss damela, dije con tono ansioso.
Una sonrisa encantadora se marcó en sus labios y con suspiro dijo-tendrás que esperar Gitana.
Sus manos con movimientos delicados se enredaban por todos mis rizos haciendo un amarre sobre ellos y de repente todo en mí se obscureció, me había vendado los ojos, ni el mas mínimo resplandor podía penetrar mi visión. Empecé a retorcerme desesperadamente pues la idea de no ver, de solo sentir me volvía más fiera, me volvía más loca…
La humedad de Su lengua empezó a recorrerme la espalda mientras mis pechos eran liberados del corset dejándolos colgar pero solo por un instante ya que fueron presos de un par de manos que los apretaban y pellizcaban mis pezones, poco a poco la lengua bajaba más, recorría cada trazo de mi tatuaje situado en lo más bajo de espalda, las manos hambrientas habían dejado mis senos para estrujar mis voluptuosas nalgas, escuché varias veces el sonido de una tijera y luego sentí como mi tanga fue retirada de mi cuerpo posteriormente abría, cerraba y soltaba mis nalgas dejando que reboten una contra la otra, repetía este movimiento hasta que las separo y no dejo que chocaran de nuevo; una sensación de calor recorrió mi vientre. Mis fluidos comenzaban a escurrirse cuando esa deliciosa lengua topó el interior de mi trasero, recorría esas dos grandes paredes internas hasta llegar a esa cavidad que resguardan , sentí como rodeaba y humedecía mi ano e introdujo esa pequeña esponja húmeda estaba dentro de mí, por instinto mi cuerpo la apretaba, mis nalgas querían hambrientas cerrarse y que no volviera a salir, mi vagina celosa chorreaba líquidos, pidiendo tener a ese hombre dentro de ella, un dedo la consoló al mismo tiempo que la lengua seguía entrando y saliendo el dedo se introdujo en su totalidad en mi cosita haciendo círculos por dentro, sacó su lengua y la bajó hasta llegar a mi vagina absorbiendo mis fluidos, jugaba con mi clítoris, mis piernas comenzaron a temblar, estaba tan excitada, quería cada vez más, mis gemidos eran cada vez mayores; deje de sentir unos segundos cuando de repente tiraron de mi cabello y tuve la humedad de un pene en mis labios, saqué la lengua y le di varias lamidas, me lo metieron de un solo empujón a la boca, pero eso no impidió que comenzara a chuparlo, era tan delicioso poder apretarlo con la boca, hacerle cosquillitas con la lengua, lo recorría completo, podía escuchar los gemidos de Yoss quien sin duda disfrutaba alimentarme; yo no quería parar, podía mamársela toda la noche, pero me la sacó, desesperada la buscaba sin poder encontrarla, sentía cada vez más la presión de las cuerdas en piel, su sólo rose, como si quieran desgarrarmelas, como si necesitaran impregnarse en mi, me hacían elevar mi excitación, hasta que una nalgada desvió mi atención, seguida de otra un poco más fuerte pero que acabó con un apretón tan excitante y entonces mi pared vaginal se fue abriendo por un delicioso pene que se metió tan despacito, salía y entraba con más fuerza cada vez, me penetraba con tanta intensidad que se me escapaban unos gritos, ponía firme mis pernas para sentir más el impacto, tocaba el cielo cada que el pene entraba hasta el fondo, mi vagina se cerraba para apretarlo, pude haberme venido con el adentro pero me resistía pues quería más.. Estaba tan mojada que se salía con facilidad
-¿Vas a venirte Gitana?- susurró Yoss
-Sí!- dije gritando
-No! Aún no, espera un poco más, espérame.
-La quiero por el ano Sr.- apenas pude terminar la frase porque era como si el me leyera el pensamiento, pues un líquido comenzó a escurrirse por mi ano, lo estaba lubricando bien para poder cerrar el acto exquisitamente. Cuestiones de segundos pasaron cuando sentí que comenzaba a metérmela por esa cavidad, esa sensación de dolor placentero terminó de volverme loca
-Destrózame Yoss, por favor destrózame- dije entre gemidos
El empezó a penetrarme el ano, tan rico tan delicioso tan rápido, sus manos empujaban mis caderas para sentirlo más, fue entrando y saliendo tantas veces que la cavidad de mi ano fue adaptándose al grosor de su pene pero eso era aún más excitante, no pude resistir y me vine, todo mi líquido se escurría por mi vagina, continuó moviéndose un poco más pero sólo un poco ya que derramó todo su semen caliente dentro de mí, me sacó su pene y todo se me escurría del ano hasta mi vagina, medió una mordida en la nalga diciendo- Estuvo perfecto mi Gitana-
Me desamarró las manos y piernas que aún me temblaban, me acariciaba las marcas que ellas habían dejado dándole besitos, en eso momento sentía besos del cosmos, caí desplomada en la cama, me quitó el vendaje de los ojos, una vez que pude ver en su totalidad, lo vi a él, lucía tan satisfecho, se acostó junto a mí y dormimos abrazados.
Autora: Miily Gitana