En una cena de navidad repleta de hombres y mujeres bien vestidos, la sorpresa al fin había llegado, Dann el anfitrión había prometido que aquella sorpresa dejaría impactado a cada uno de ellos, mientras él decía que ellas podrían ser lo que su imaginación les diera.
Las grandes puertas se abrirán tras de él, por aquellas alfombras rojas entraba un hombre de cada puerta con una correa en la mano y tras de él, "mascotas" de todo tipo pequeñas, altas, rubias, castañas, pelirojas, pero cada una de ellas con cierto atractivo.
Matt eligió aquella que más necia se veía , una pelirroja de ojos hermosos, piel como la nieve, en sus ojos podía distinguirse su necedad, cuando su mano tocó su cabeza por primera vez mientras la sostenía de su collar, sus ojos se dejaron ver de manera dócil, algo que ni siquiera ella entendía en su ser,la noche terminó, él había obtenido su nueva mascota y finalmente la llevó con él a casa, ella un tanto necia no obedecía del todo, el la trataba muy bien la alimentaba, la bañaba, limpiaba su suciedad de perra.
Un día de pronto la esposo por el frente pies y manos, tapó sus ojos y su boca, tan pronto como pudo comenzó azotarla, ella sentía lo caliente y el ardor de su espalda intentó moverse y él, la castigó con más. Después de esos 13 azotes unto un poco de aceite en su espalda y la dejó dormir en su jaula junto a su cama de él.
Mientras Matt dormí ella pudo notar la humedad de su vagina, la muy perra se había excitado con cada azotes que él le daba, aún qué lloraba ella se mojaba, ella se sonrojo sin tener muy claro, el cómo es que aquello le había excitado, se sintió muy humillada no sabía exactamente qué sentir y al pensar al respecto.
Después de aquellos azotes, todo siguió muy normal él alimentaba, la limpiaba, la cepillada todo era amor y dulzura pero a pesar de ello siguió durmiendo en su jaula como buen perro pasado un mes el decidió cortar su cabello por completo (raparla) nuevamente ella sintió una gran humillación, pero también sintió la humedad de su vagina, él le enseñó a ladrar y aún de que ella se negaba la muy puta aprendió, de pronto se dio cuenta que el seguir órdenes de su amo le agradaba y empezó a poner dedicación en servir a su amo lo hacía con amor y dedicación amaba cada azote que él daba en su piel.
Ella sabía que cuando él amó llegara de trabajar ella debía besar sus pies y que él pudiese descansar sus pies en su espalda, tener la comida lista la casa limpia todo en perfectas condiciones incluso sabía que tenía que estar completamente desnuda con su collar puesto, jamás cerrar las piernas, si su amo se posaba detrás, tenía que ofrecerse como la buena perra que era.
Conocía a la perfección la parte en el jardín en dónde podía hacer sus necesidades, de pronto un día el amo la llamó y le dijo
-Esta noche te haz ganado por fin ser mía así que prepárate-
Esa noche él llegó, la tomó por los brazos puso sus manos en su espalda y la esposo tapó sus ojos también su boca, la acostó sobre una mesa que tenía preparada para esa noche ella lo único que podía oír era una especie de soplete calentando "algo" cuando finalmente la hora llegó, él, le puso su marca en una nalga el dolor era inmenso pero el placer era más, pues ella al fin se había convertido en una pertenencia SU PERTENENCIA.
Todo seguía tal como antes él ordenada y ella las seguía, llegó el día de la fiesta de Navidad había pasado ya un año desde que él la había elegido como su "perra".
Le compré un vestido rojo de noche el mejor de todos el más caro también compró un collar de diamantes para su bello y delicado cuello ella realmente se veía hermosa aún con la correa en el cuello esa noche él le dijo
- hoy sabrás qué tan mía eres-
Llegaron a la fiesta como comúnmente y entonces todo sucedió el la entregó a otro amo ella sin siquiera saber que estaba pasando sólo pudo rodar una lágrima de su rostro pues ella lo amaba pero solamente era una bella y domesticada pertenencia, sólo pudo ver a lo lejos como se marchaba con una nueva "perra"...
Por: Blitzen