Era un día como cualquiera en su vida, iba por la calle con la mente volando y la entre pierna llena de humedad, oh esperen, ya me adelante…
Ella se llama Cindy, es joven, no tiene más de 28 años y es casada, llevaba aproximadamente 3 años casada y su esposo la seguía sorprendiendo día con día. Voy a presentarles a su esposo, él se llama Carlos y es una importante figura en el mundo de la ingeniería. El flechazo se dio en una fiesta de fin de año de la Universidad, había ciertamente una diferencia de edades muy marcada pero la madurez de ella lo había cautivado totalmente.
En el tiempo que llevaban juntos ella había demostrado ser una esposa fiel, leal y sumisa, el por su parte era un hombre bastante dominante lo cual hacia de su relación algo perfecto, pero no fue hasta 3 años después cuando ella descubrió el BDSM y vio que su relación podría ser aún más perfecta. Poco más de 1 año ella investigo de que iba todo aquello, pero no fue hasta que se sintió lista para responder toda pregunta que lo platico con su marido.
Eh de decirles que a él le encantó la idea, el también fantaseaba con un poco más de rudeza en el sexo, así que su iniciativa solo provocó que se excitara y esa noche pudieron clasificarla como una de las mejores.
Curiosamente, por esas fechas celebrarían su aniversario y una fiesta se hizo presente. La temática de dicha fiesta era la Navidad, por si no lo eh mencionado, ellos eran muy atractivos físicamente así que eran un guapo Santa y una bella duendecilla. De la emoción, ella se dio el tiempo para confeccionar los trajes, quedaron muy coquetos y bastante seductores, planearon cada detalle con mucho cuidado, hospedaje, itinerario, transporte, no obstante ambos estaban llenos de nervios, ninguno sabía que esperar de aquel lugar pero se sentían seguros pues explorarían juntos.
Un par de días antes, el la llevo a una cena especial, le pidió que se vistiera con sus mejores prendas y la cito en su restaurante favorito sin decir más. Ella era un manojo de emociones y nervios, su marido había salido desde muy temprano de casa, ni siquiera habían desayunado juntos como de costumbre lo hacían, supuso que algo muy importante tenía que hacer así que después de revisar algunos pendientes se dispuso a preparan el atuendo con el que esperaba arrebatar los mejores suspiros y fantasías a su esposo pero nada en el clóset le gustaba. Por suerte había terminado temprano sus pendientes, a penas era medio día así que se fue de compras.
Recorrió la plaza comercial con mucho entusiasmo, ser bella para su marido era una de sus actividades favoritas, fue de tienda en tienda buscando lo más bello, sexy y elegante, una y otra y otra vez, entraba y salía probando de tienda en tienda hasta que encontró el outfit perfecto, fue entonces que se dirigió a casa para terminar los preparativos.
Mientras tomo una ducha, disfruto de música clásica y una copa de vino y cerró los ojos un momento, toda esa mágica paz fue interrumpida violentamente, solo tuvo tiempo de mirar un encapuchado cuando una costal le cubría la cabeza y sentía como la llevaba sin poder resistirse, solo sentía la cobija con la que cubrieron su cuerpo y como la metían en un van, el camino duro aproximadamente media hora, se había perdido a partir de la segunda curva, seguía desnuda, aterrada e indefensa.
Dio un rápido vistazo a su alrededor antes de ser segada nuevamente, solo alcanzo a ver 7 encapuchados todos ellos ves todos de cuero con fustas y látigos en mano, un triskel sobre ella y cuerdas que la obligaban a permanecer en ese lugar.
Era como en sus más perversos y vulgares sueños, solo ella desnuda ante hombres viriles, fuertes y deseosos, pérdida estaba ella cuando uno se acercó quito por un momento en costal de su cabeza y la miró fijamente, ella miró atentamente esos ojos, ojos completamente conocidos, era su esposo, basto esa mirada para sentirse tranquila, segura y excitada, estaba segura que ese sería el principio de una nueva etapa de placer y asintió con la cabeza para hacerle saber que estaba lista para ponerse a su disposición, acto seguido volvió a segarla con el costal
Inmediatamente Carlos comenzó a cariciar su cuerpo, besando suavemente esas zonas eróticas que hacían que ella abandonará todo dejo de resistencia, las caricias llegaron a su entre pierna, húmeda, lista para recibirlo pero no la penetro, comenzó a azorarla de suave a fuerte, de lento a rápido, siempre cambiando el ritmo para que ella no pudiera acostumbrarse a la azotaina
Ambos disfrutaban de ello hasta que uno de ellos la tomo por las mejillas y le escupió en la cara para después cachetearla, aún estaba procesando eso cuando sintió una lengua recorrer sus piernas, sus pies, la vergüenza estaba haciendo de las suyas y por fin sintió un poco de pudor, la exquisita lengua la recorría con ganas, iba de rincón en rincón provocándole un poco de vergüenza y una máxima excitación, no podía moverse, solo agitaba su cuerpo, otra sensación se hizo parte de su otra pierna, no estaba siendo lamida, estaba siendo arañada con la suficiente delicadeza para no marcarla y la suficiente fiereza para que la notaría. Todo ello era una lluvia de sensaciones que la mantenía volando y retorciéndose, mientras cada vez se ponía más húmeda, justo en ese momento sintió que la bajaban de la triskel y la arrastraban a otro lugar, no sabía lo que pasaba pero confiaba plenamente en su marido, sintió su cuerpo flotar en un líquido y de repente una horrible sensación de miedo y angustia se apoderó de ella, tenía razón en sentirla pues como acto seguido la estaba sumergiendo en aquel lugar y ese líquido le estaba evitando respirar, ni siquiera podía tomar aire el costal mojado le dificultaba la exhalación de oxígeno….
Abrió los ojos en ese momento y sintió un alivio inmenso, solo h la sido un sueño y la sensación de ahogo fue por qué seguía en la bañera, salió del baño y corrió a esa cena con su marido. Se veía divina con aquel vestido rojo que le entallaba a la perfección, los tacones negros hacían que sus piernas se vieran largas, estilizadas, hermosas, no ahondare más en detalles, solo diré que más de medio restaurante se volteó a mirarla lo que hizo sentir muy orgulloso a su marido. Al llegar a él se arrodilló, beso su mano y saludo “buenas noches, amado Amo”, lo que provocó que estuviera a poco de cancelar la cena y llevarla inmediatamente a casa, pero se contuvo y cenaron
La cena fue una charla de lo que había pasado en el día, ella le contó su sueño y el le dio una noticia que la dejo helada, al terminar de cenar fueron a casa, no hubo seco ese día pese a que ella estaba en su máximo punto de excitación, dormir fue difícil, su vagina no dejaba de palpitar y tampoco podía impedir el cosquilleo que recorría cada labio, la vulva entera. Así paso noche tras noche hasta el gran día.
Ese era el primer año que pasarían Navidad sin su familia, irían a una reunión protocolaria. Los trajes que confecciono quedaron guardados para el siguiente año, pues el código de vestimenta era negro transparente para mujeres sin ropa interior y smoking para los hombres. Su marido le tenía una sorpresa, tenía el atuendo perfecto para ella, un hermoso body con brillantes en conjunto con zapatillas negras, la emoción la carcomía corrió a terminar de embellecerse y hacer sentir a su esposo orgulloso
Por si se lo preguntan, esa reunión fue la noticia que el marido le dio en la cena de hace unos días, pero bueno, retomemos la historia
Llegaron al lugar de la cena, una mujer desnuda y con grilletes los recibió en la entrada, ella estaba sorprendida de lo bellas que se veían las marcas que habían dejado a su paso fustas, flogger y látigos, dentro, los hombres bebían vino mientras charlaban y las mujeres estaban inmovilizadas con cuerdas en una estructura específicamente creada para mantener separadas a distancia exacta todas las mujeres, ellas miraban hacia abajo y no hacían ruido alguno
Ella estaba emocionada, su respiración era acelerada pero siguió lo que veía de manera perfecta, recibió un beso en la frente y un “buena chica” que salía de la excitada boca de Carlos, quién fue a unirse al resto de los hombres
Cindy destacaba del resto de las chicas por su extremada belleza y capturó varias miradas. Noto que era el centro de atención y su cuerpo se volvió presa de una gran incomodidad y comenzó a retorcerse tratando de taparse. Debido a esta falta Carlos tuvo que reprenderla con una tanda de 50 azotes, lo disfruto mucho pero no pudo evitar que algunas lágrimas escurrieran por sus mejillas. Llegó el momento de la cena, cada sumisa atendió a su Amo en completo silencio, y comieron hasta que terminaron de atender, sentadas en un pequeño cojín del plato que estaba en el suelo
Su comida no había sido tan fabulosa como la de Amos, pero eh de decir que el sabor era bastante bueno, parecía una cena normal, pláticas de caballeros al terminar la cena mientras ellas esperaban reposando en su regazo, se sentaron rodeando el árbol cantando villancicos, intercambio de regalos, abrazos, risas, pero justo antes de terminar…
Ella fue atada, quedó suspendida con total exposición de su sexo y sus muchas zonas azotables, el resto de las sumisas la rodeaban en completo silencio y con mirada penetrante
La noche comenzaba a tomar calor y forma, pero esa…. Esa es otra historia.
Continuará…
Por: Cople