Ser o no ser famoso ¿esa es la cuestión?
De entrada, diré que esa no es la cuestión. Es más, ni siquiera es una opción. Típicamente pensamos que la fama es un atributo de sólo algunos personajes que son conocidos por muchos, pero en realidad todos tenemos fama, lo aceptemos o no. Es algo que se dice de nosotros.
Etimológicamente la palabra fama deriva de verbo “hablar”, de ahí puede entenderse, por ejemplo, que alguien “famoso” es de quien se habla mucho, “infame” es de quien se sabe o se dice que actúa de forma deshonrosa.
¿Y quién puede negar que la gasolina de las redes sociales es la “fama”, es decir el chisme, el post, la foto, el like entre otras drogas de la autoestima
Antes de continuar requerimos de otro concepto: el prestigio, que sería la buena fama o buena opinión que se forma una colectividad sobre una persona o una cosa.
Varias veces he leído a personas desvirtúan la fama y el prestigio como si fuera algo que no importa o no se requiere para estar bien y obvio tienen todo el derecho a ello, pero yo opino diferente, de hecho coincido con la Ley No. 5 de Robert Green “CASI TODO DEPENDE DE SU PRESTIGIO; DEFIÉNDALO A MUERTE“ (les recomiendo ampliamente su libro Las 48 reglas del poder).
Puedes desear o no que la gente hable de ti, o que mucha gente te conozca (si buscas personas con quien compartir la D/s, necesitas de ello) pero no deberías descuidar que tu fama, sea algo cercano a lo que sientes de ti mismo, ello no significa preocuparse de más, llorar o reclamar sin sentido, pero sí ser autocríticos y diferenciar si es envida, falta de información, chisme o si bien tus actos o palabras dan pie a ello.
Considera que lo que publicas, las fotos que seleccionas, a qué le das like, tus respuestas, todo ello forma tu fama y no es que sea algo complicado, si es lo que te gusta o lo que piensas, está creando un prestigio acorde a ti.
Otro tema es si esa fama te beneficia, ayuda a encontrarte con gente de ideas similares, te acerca a espacios que ambicionas, te hace sentido. Si obtienes más de lo que pierdes, no será algo que en el tiempo te cobre factura o te duela pagar.
En mi experiencia, dado que el D/s está basado en la valoración de unos por encima de otros, la fama es clave para poder “creerte” el papel, y obvio no es cosa de blanco y negro. Uno puede disfrutar la fama de cínico, seductora, amoroso, sádica, rebelde, pero no debes olvidar que lo mismo atraen a las moscas la mierda y la miel, uno escoge cómo quiere ser visto.
Por supuesto que siempre habrá gente que, por sus propias historias, ideas y miedo, nos haga mala fama. La mejor defensa no es la discusión sino la congruencia de nuestros actos. También es verdad que muchas personas están ávidas de presenciar y difundir la mala suerte de otros, más si son personajes “famosos”; contra esa mediocridad sí estamos en problemas pues son muchos. Ante ello lo mejor es tener a nuestros amigos cercanos no para que nos defiendan, sino para que nos recuerden que esas son las miserias de otros, no las nuestras.
¿Cuál es tu punto de vista sobre la fama? Siempre es interesante leer tu opinión y compartir experiencias.