El concepto de seguro, pilar en el BDSM, por un lado, se refiere a realizar actividades minimizando en todo lo posible los peligros o riesgos que se pudieran presentar, y por otro supone, que algo que se desea sucederá.

Me interesa centrarme en la segunda acepción; cuando comenzamos una relación, planeamos una sesión, esperamos conocer a alguien, o deseamos probar algo nuevo, la idea de “seguro” resuena en nuestro inconsciente, a veces cargada de los miedos o recuerdos de otras experiencias, otras con la emoción de lo incierto, y claro, sin olvidar la voz del grillo que nos dices piénsalo de nuevo.

Y por supuesto que es importante procurar las condiciones que contribuyan a una buena experiencia, sin embargo y dado todas las cosas que se presentan cotidianamente en nuestra vida y en la de los otro, ¿qué tan seguros poder estar de algo?, ¿qué tanto nos limitamos o perdemos oportunidades, por esa búsqueda de seguridad?

Sin quitar valor a las recomendaciones sensatas como la de no dar nuestros datos personales a cualquier persona o aceptar ir a la casa de un desconocido; considero que más que buscar seguridad, lo que esperamos es dejar de sentir miedo, obtener el valor para dar ese paso, o que se presente una señal divina para aceptar el riesgo y muchas veces al final suceden cosas (buenas y malas) que hubieran pasado igual si lo hubiéramos hecho meses antes.

Dirán Yoss, pero que paso con eso de ir con calma, dar tiempo, cuidarnos… aclaro, no estoy sugiriendo que vayamos en la vida aceptando todo, o probando sin medir consecuencias, pero pienso que si ponderamos la idea de seguridad de una manera diferente podemos acercarnos a nuevas experiencias, sin largos preámbulos.

Lo primero es aceptar que no podemos estar totalmente seguro de nada o de nadie, aceptar que aun después de muchas platicas, o requisitos alguien puede lo mismo desilusionarnos o sorprendernos gratamente.

De ahí que pienso es mejor decidirnos a buscar que algo pase, vivir una experiencia, seducir a una persona, construir una relación y ya en el camino ir “preparando” el terreno para que eso sea de una forma segura; decidir es una declaración de intenciones, una acción de la que somos totalmente responsables, estar seguros es una utopia, una expectativa de la que no podemos estar totalmente confiados.

En mi experiencia, al asumir un deseo y saber que al final nada garantiza que sea de un modo u otro, me ha permitido vivir más experiencias y poner especial atención a las señales que me indican si voy el camino que deseo o debo regresar , me ha ayudo a ser mas sincero y pedir reciprocidad, pues la confianza es lo primero que se pone en el tablero de juego.

Asumir que no puedo estar seguro no me ha limitado, pero si me ha enseñado medir mejor el terreno donde piso y debo confesar que aun así no siempre las cosas han salido como se espera.

Incisto una cosa es asegurarnos de que los juguetes esten en buenos estados, de que el amarre este firme o que la cera sea de bajo nivel de fusión, y otra creer que las promesas o las largas platicas previas, aseguran que todo será maravilloso, dependiendo las circunstancias y deseos, el asumir los riegos y de manera proactiva, divertida, razonada y entusiasta puede ayudarnos a experimentar eso que hemos venido deseando desde hace tiempo.

Seguro vs Desicion tú que opinas? déjanos saber.